Diario de inspiración con Proximidade Llunyana en el Pazo de Tor

31/08/2022  Llevaba el latido de la vida en las manos,… cuando la sangre llega a la sien como golpes en la cabeza. Estás tú en un mundo sin rumbo. Ahora, a veces, le llaman estrés. Hace casi 80 años ellas también sentían el latido de la vida en las manos que sujetaban aquellas maletas de esperanza en la estación de tren para salir de su tierra hacia Barcelona. Cómo se catalogan aquellas mil sensaciones en el alma? Entonces no existía el estrés, existía el miedo, el abandono del hogar, la expectativa, la duda, el no saber que pasaría dando ese paso tan importante en la vida.

Esas maletas cargadas de sueños y morriña, de valentía y abandono me llevaron a Proximidade LLunyana en el Pazo de Tor. Ese pazo que huele a vida, la vieja y la nueva. La vieja que se conservó casi intacta hasta hace bien poco y la nueva a que se respira en un ambiente que ya no marca distancias.

Proximidade LLunyana no Pazo de Tor

Ya pasaron meses de la pandemia, del encierro, y llegar aquí y ver el valle ante ti, y el pazo, sobrio, la historia siempre abruma. El poder.

Seguía llevando el latido de la vida en las manos,… No fui por el pazo, fui además del pazo. Me apasionó siempre esa arquitectura histórica que tiene la capacidad de trasladarte a otra época, un viaje en el tiempo sin ser virtual es mucho más interesante. Lo hacemos nosotros.

El museo como transformador social

Ahora que voy además del pazo, me doy cuenta de que llevo viniendo al Pazo de Tor desde que la Diputación estaba acondicionándolo para introducirlo en la Red Museística Provincial y vine por mil motivos desde que está abierto como museo en el 2006. Desde entonces he visitado el pazo como turista y para grabarlo o fotografialo. Es ese decorado perfecto que te lleva a la nobleza gallega del XVIII y quién no quiere sentirse noble paseándolo?

Tor es hoy un museo etnográfico que ahonda en la vida social más allá de la época y de lo tradicionalmente contado y enseñado. Y si los pazos asustan y los museos también, T(h)or se impone con justicia contra los prejuicios. Quiere recuperar el poder, un poder distinto al que tuvo históricamente, ahora como centro de igualdad, respeto, intercambio y cultura, un museo como transformador social. Eso que pensé que pasaría después de la pandemia, esa transformación de cada uno de nosotros como sociedad, puede darse desde estos espacios para compartir.

Tor hace tiempo que enseña más que la cara A y ahora muestra también todas las caras. Porque esa es la historia de verdad, la de todos, y así quizás podamos entender mejor nuestra propia historia. Por eso fui a Tor. Para ver las luces y las sombras, lo que se contó y lo que se ocultó, como se contó. Nuevos hallazgos y formas de presentar para acercarse a las personas y hacerlas partícipes de los descubrimientos.
 
No suena a crisis de edad? O al menos a algo en constante cambio? Algo vivo y dinámico que se adapta a las necesidades de abrir nuevos espacios y formas de comunicarse entre nosotros y con las estructuras que se nos hacían ajenas.

Museo Pazo de Tor

Todo va demasiado rápido para que lo demos asumido y cuando todo cambia de contexto parece que la única solución es aprender de la naturaleza y parar ante un “ritmo de vida” que consume y nos consume.

Ahí está la raíz, en el origen de la cosas y en el significado que tienen más allá de los estereotipos

Un pazo museo etnográfico que pinta aquí? Primero, algo afianzado en la raíz por lo que significan esas tres palabras. Y comienzo por etnografía porque me parece lo más importante ahora, como funcionamos como sociedad con todos los significados que eso tiene. Tor es el reflejo de la sociedad de una época en la que aparecen más que los actores y actrices principales. Museo porque nos da la oportunidad de disfrutar de un legado y lo hace accesible y cercano. Un legado que se amplía, que cambia, que se adapta y transforma, como nosotros y como las sociedades. Un pazo, un reflejo arquitectónico de un sistema social, un sistema social que cambió y transformó la función de esta infraestructura, pero la construcción es sólida, hermosa y se mantiene en el tiempo.

Ahí está la raíz, en el origen de las cosas y en el significado que tienen más allá de los estereotipos. Y de ahí pueden salir mil bifurcaciones que debemos cuidar a lo largo de nuestra vida y en nuestra relación como sociedad. Por eso fui a Tor, y antes de subir las escaleras ya no llevaba el latido de la vida en las manos.

Museo Pazo de Tor

Tor es hoy un museo accesible, pero esas escaleras me invitan a subirlas cada vez que las veo. Tocar la piedra, el peso de la historia, el paso del tiempo, la piedra que no entiende de coronavirus. Y ya de paso no entiende de Google, Youtube, Facebook, smartphones, influencers, followers, instagramers, Netflix, Amazon, suscriptores, Whatsapp, big data, Bizum, app, seno, gamers….

Lo que me trae la Tor es un momento de vida sin todo eso que nos es tan importante y necesario en muchos casos; hasta el punto de absorvernos y aniquilarnos como individuos. No fuimos educados a relacionarnos así como sociedad ni como personas y la identidad propia termina distorsionándose. Las redes socias se tejen cara a cara.

Un momento de vida en otro momento de vida

El entorno natural que rodea Tor ya resulta evasivo de por sí, pero quería cambiar de época, cualquiera. Un momento de vida en otro momento de la vida.

Como el de las mujeres que esperaban en la estación por el Shanghai hacia Barcelona con esas maletas que encerraban todo y que hoy te perderían en el avión casi sin importarte. Sabemos de qué están cargadas nuestras maletas de ahora? Esas que esperan para coger el tren y cambiar de vida? Por eso fui a Tor a ver Proximidade LLunyana.

Por qué suceden las cosas como suceden? Todas las famosas 6W (Quien, Que, Donde, Cuando, Por que y Como) son importantes, pero todas tienen una respuesta rápida, la respuesta al porque suele tardar en llegar y muchas veces tarda en saberse. La naturaleza y los museos encierran respuestas a muchos porqués y lo hacen porque pasa el tiempo suficiente para ir completando respuestas.

Proximidade Llunyana une la provincia de Lugo y Barcelona y lo hace a través de esas mujeres rurales que con sus maletas esperaban el tren en la estación en los años 50. Historias con nombres y apellidos que se conocen porque las protagonistas las cuentan, o su familia, o personas conocidas. Todas esas historias que no se decían ni se guardaban porque eran vidas privadas. Vidas privadas que una a una también hacen historia y que ahora se cuentan gracias a la participación social en las iniciativas que el museo promueve.

Esas mujeres escondidas ahora tienen voz, esas vidas vividas ahora se destapan, porque ocultar sólo da oscuridad, y tener una única visión oficial quedó demostrado que sólo es fachada. Seguiré acercándome a las vidas que no se contaron visitando San Paio de Narla, ese juicio ganado por una mujer violada en el 1738 por un hidalgo o el niño expósito de Friol que se sigue hasta América.

Proximidade LLunyana no Pazo de Tor