Diario de inspiración: …y las musas aparecieron en el Museo Pazo de Tor

11/10/2022 La residencia artística que se desarrolló en el Pazo de Tor en agosto fue un milagro de creatividad y de humanidad.

Durante la primera quincena de agosto 4 mujeres vivieron el Museo y se acercaron a su entorno, ahondaron en anécdotas de su historia y conocieron a quién lo habitó y a quién tiene vínculos con él. Sumergieron sus vidas en el Pazo y el Museo Pazo de Tor les devolvió inspiraciones en las artes que estas mujeres cultivan.

Poco antes de finalizar la residencia, las artistas mantenían un encuentro abierto al público para explicar que estaban creando a raíz de esta experiencia. Días después se inauguraba el resultado en una jornada “mágica” porque cuando te ofrecen nuevas narrativas nacen muchas cosas nuevas.

El resultado de esta residencia artísticas viste ahora de otros matices el Museo Pazo de Tor y también San Paio de Narla.

 

La fotógrafa argentina Tamara Wassaf abre el viaje en el exterior del Museo Pazo de Tor con unas imágenes llenas de fuerza, “Quería empaparme del lugar, de la invisibilidad del servicio, como se estructuraban los espacios para que no fuera visto, de los olores, de la importancia de las hierbas documentadas en Tor, de las soluciones medicinales, de la sabiduría local”, y ahora Tamara lo refleja en sus fotografías y en la narrativa expositiva que creó.

Tamara Wassaf, nova narrativa no Museo Pazo de Tor

Antes de entrar a Soterradas, Carla Andrade, cineasta y creadora audiovisual, presenta su propuesta desde una pantalla en el suelo. En la inauguración una máquina de humo ambientaba el espacio y adquiría una nueva dimesión que se refleja en la creación videográfica, “Vamos a una realidad más gaseosa y menos sólida. Me interesa este espacio para ahondar en eso”, decía Carla presentando su proyecto, “Me interesa el papel de la mujer dentro del sistema, la búsqueda de la indentidad, la indeterminación”.

Carla Andrade, nova narrativa no Museo Pazo de Tor

Entramos en Soterradas, en ese ambiente más oscuro por lo que tiene de ocultación del servicio y casi por definición histórica, de la mujer, y ahora se suman luces, las que dejaron la actriz y performer, María Roja y la artista multidisciplinar, Eva Antelo. Esas nuevas narrativas que enriquecen el discurso y llaman a interpretar la historia de otros modos, lejos de los esteretipos castradores que los poderes siempre quieren instaurar para preservarse.

María Roja se hizo golondrina y voló más allá del océano y trajo sonidos de la otra orilla. A María, Tor la hizo querer acercarse a la aldea de su madre en Becerreá, “Llevé el buen rollo al pueblo investigando las historias de cada casa, haciendo la historia de la aldea con la memoria conjunta”, aseguraba. Esa energía que ella captó con el proyecto la materializó en Tor con unos pajaritos en porcelana cruda, en alusión a los nidos de golondrina que había visto estando en el Museo Pazo de Tor. Estos pajaritos volaron a América a las casas de los descendientes de los vecinos de la aldea de la madre de María en Becerreá, y con ellos llevaban los sonidos de aquí. Esos pajaritos regresaron a Tor con los sonidos del otro lado del océano y ahora ambientan las fotografías de María en un cuarto de Tor.

María Roja, nova narraitva no Museo Pazo de Tor

Eva Antelo dibujó en otra habitación interesándose por todo lo que demuestra que un lugar está habitado, “Siendo de la Costa da Morte estoy acostumbrada a la frase, aquí no hay nada y hay que marchar, y parece que como buscas la vida fuera dejas de valorar lo que tienes al lado. En Tor quería ahondar en eso, en lo que es importante y lo importante para mí es la geografía hablada.” Y ahora los trazos de Eva decoran Tor para seguir ampliando este proyecto, como harán cada una de sus compañeras.

Eva Antelo, nova narrativa no Museo Pazo de Tor

La residencia fue la experiencia, la exposición actual el primer resultado, pero los conceptos que quedan expuestos en Tor están gestando algo mayor en las artistas. Están creando un nuevo discurso que seguirá creciendo y con el que las personas se pueden enriquecer.

Narrativas mirando la realidad desde dentro, brujas

Diría que por definición en los museos habitan las musas, inspiradoras de las artes. Si juntamos a cuatro artistas en una residencia en un museo para obtener nuevas perspectivas y nuevas formas de ver y entender el lugar, se crean nuevas narrativas. Ocurre algo mágico, o de brujería. Que suena mejor?… En todos los proyectos de estas artistas hay algo de brujería, por qué? Porque ofrecen una visión diferente muy apegada a la tierra y al territorio desde su más profundo ser, y eso eran las brujas. En un momento en el que todo tenía que ser de una única manera, ellas eran diferentes y no atendían a los prejuicios de lo establecido, brujas. El aquelarre se completará antes de finales de año con la escritora, Yolanda Castaño, en otra residencia artística… y que venga la Inquisición.

Que venga a acabar con las brujas, con la histeria, con los remedios y cuidados.

Las palabras y los significados que les damos, como y con qué asociamos esas palabras?

Museología social, eso fomenta la Red Provincial

La realidad que nunca es única porque depende de quien la mire. Para entender una realidad hay que estar dentro de ella, hay que vivirla, eso hicieron las artistas en Tor. Mirar una realidad desde dentro creando nuevas narrativas a tener en cuenta. Desde fuera la visión de una realidad no es tal porque hay mil matices que no se ven.

En el Museo Pazo de Tor el cambio es constante, todo se enriquece cada día, recuperando un pasado escondido por el “discurso del poder”, interactuando con el entorno, incorporando nuevas aportaciones de arte contemporáneo que entran en simbiosis con la atmósfera… Una atmósfera conciliadora de muchos micromundos. Donde la mujer ocupa mucho espacio, lo que le corresponde por derecho, pero que antes estaba oculto.

Esa mujer apegada a la tierra que la entedía y la cuidaba, esa mujer vinculada a la familia, a la casa, a la atención de los mayores y enfermos por eso alcanzaba niveles superiores de entendimiento y de sufrimiento. Esa mujer que escucha, que sabe, que ve, que cocina, que ordeña, que lava, que tiende, que sujeta, que les da a los animales, que consuela, que llora, que ayuda, que intenta, que aguanta, que seca, que enciende, que llena, que cava, que coge, que creía, que recoge, que CUIDA… Una bruja, brujas todas

La vida se mueve y el Museo se mueve con ella, se adapta a una realidad más compleja, mirando para el origen con los ojos de ahora. En una sociedad postpandemia, la raíz, esas formas de vida que se pierden, esa sabiduría que mima al territorio y a la comunidad, se antojan fundamentales para no perder el norte. Eso hicieron las artistas en su residencia, mamar Tor para llevar toda la filosofía del museo pegada a la piel. Si haces algo, lo haces para implicarte, si no por qué lo haces? Y luego arde O Courel porque las personas decidimos alejarnos del rural y ser robots en sistema en vez de brujas, aquellas que fluían con los ciclos naturales.

En este año San Paio de Narla en Friol, Museo Pazo de Tor en Monforte de Lemos y el Museo del Mar en San Ciprián harán un viaje experiencial por el feminismo y la diferencia de género, que también tendrán sus representaciones artísticas en diferentes formatos. Como con la residencia de agosto las artistas regalarán su alma, su ser. Compartirán lo que viven durante este encuentro en estos espacios, conviviendo con el territorio, con el patrimonio y con la comunidad. Museología social, eso fomenta la Red Provincial, ampliando los museos con narrativas actuales que nacen del contacto con las personas y con la tierra. La vida moviéndose, participas?