El Alcalde inauguró en la Casa de la Cultura la exposición “Benjamín de Tudela”, de la Red de Juderías

Monforte de Lemos, 14 de abril de 2022. El Alcalde de Monforte, José Tomé Roca, inauguró en la tarde de ayer, en la Casa de la Cultura Poeta Lois Pereiro, la exposición que el Ayuntamiento, junto a la Red de Juderías de España, Caminos de Sefarad, organizó bajo el título "Benjamín de Tudela. Un viajero en el tiempo".

“Esta exposición de fotografías” destaca el Alcalde “recoge el estado de las juderías, en el año 2016, y de los países que visitó Benjamín de Tudela entre 1163-1174. La muestra refleja el periplo realizado por el viajero desde la visión personal del fotógrafo tudelano Jesús Álava, con el objetivo de contrastar las notas dadas por Benjamín en el siglo XII con la actualidad”.

"Benjamín de Tudea. Un viajero en el tiempo", consta de 52 paneles informativos compuestos cada uno de ellos de una fotografía de 40x50 cm, con pies de fotos extraídos del libro de Benjamín original. En el acto inaugural, el Alcalde estuvo acompañado por la 1ª Teniente de Alcalde, Gloria Prada, el Concejal de Obras, Medio Rural y Servicios, José Luis Losada, y la Concejal de Cultura, Marina Doutón. La exposición permanecerá abierta en la Casa de la Cultura Poeta Lois Pereiro del 11 a 29 de abril .

Benjamín de Tudela

Benjamín de Tudela vivió en la segunda mitad del s. XII y fue el viajero judío medieval más importante. La única fuente de que disponemos es su “Libro de Viajes”. Aunque escritores no judíos lo titulan frecuentemente como “rabí”, no existen pruebas de que lo fuera, si se exceptúa la abreviatura convencional fijada a su nombre en las fuentes hebreas. Hijo del rabí Jonás fue un hombre preparado, pues tenía formación en historia, además de ser conocedor del hebreo, arameo, griego, latín y árabe.

Podría fijarse el inicio de sus viajes entre 1159 y 1167 (reinando en Navarra Sancho VI “el Sabio”) y su regreso en 1172-1173 (año 4933 del calendario judío). Según esto, sus viajes tuvieron una duración mínima de cinco años y una máxima de catorce. Esta última hipótesis parece la más probable, dado que su última etapa -desde que abandona Egipto y llega a España- duró por lo menos un año.

Tampoco se conoce la finalidad de estos viajes, aunque parece que Benjamín de Tudela pudiera ser comerciante en piedras preciosas ya que consta que en más de una ocasión mostró vivo interés por el comercio del coral. En su viaje tomó contacto con las comunidades judías que se iba encontrando. En total, visitó 190 ciudades de Europa y Oriente, convirtiéndose en una de las primeras fuentes de la demografía judía. Su interés se centró en los judíos y su situación, describiendo personalidades, centros de estudios, población, formas de vida, dificultades y éxitos. También habla de los grandes acontecimientos políticos y históricos de su época.

Su Libro de Viajes (Sefer Maasaot), publicado en hebreo en Constantinopla en1543, se basa en las notas e impresiones recogidas durante su largo periplo. Desde Tudela desciende por el valle del Ebro: Zaragoza, Tortosa, Tarragona, Barcelona y penetra en Provenza a través de Girona. Se embarca en Marsella y viaja a Génova, Pisa, Lucca y Roma, ciudad en la que debió detenerse durante un tiempo, a juzgar por el minucioso relato que ofrece de sus monumentos.

Deja Roma y se encamina hacia el sur, donde llega a Salermo. Embarca nuevamente en Otranto, pasa por la isla griega Corfú, en el mar Jónico y Arta. Atraviesa Grecia y se detiene en Constantinopla, de la que ofrece una viva descripción, de gran importancia para el conocimiento de las condiciones y situación socioeconómica de sus habitantes en aquel momento. Cruza el mar Egeo (islas Mytilena, Chíos, Samos, Ruedas) hasta Chipre. Ya en tierra firme, pasa por Antioquía, Sidón y Tiro, entrando en Israel por Acre, en aquellos momentos en manos de los Cruzados. Recorre el país y describe detalladamente los Santos Lugares dejando un documento de especial interés para el conocimiento de Palestina de aquella época.

De camino hacia el Norte, pasa por Tiberíades, Damasco, Alepo y Mosul, con un itinerario difícil de precisar. Llega a Bagdad, ciudad que describe con mayor extensión que cualquier otra. Es probable que viajara a lo largo y ancho de Mesopotamia y Persia, aunque en estos relatos abundan los materiales legendarios. Es improbable que se aventurara a traspasar estos ámbitos geográficos, aunque se esforzó por reunir noticias sobre las comunidades judías de lugares a los que no viajó, como Arabia, Persia, Asia central, India o Ceilán, y mismo menciona la existencia de la judería de Kai Fong en China.

Ya de vuelta, hace una admirable descripción de Egipto y en especial, de la vida de los judíos en el Cairo y Alejandría, ciudad en la que embarca para llegar a Sicília. Nos da una descripción cuidadosa y pintoresca de Palermo. De allí, probablemente, regresa a España por mar, aunque el itinerario finaliza con una idealizada visión de la vida judía de Alemania y del norte de Francia, basada tal vez en relatos que llegaron a sus oídos.

Datos extraídos de: “Libro de viajes de Benjamín de Tudela”. Riopiedras Ediciones, 1982. Versión castellana, introducción y notas de José Ramón Magdalena Nom de Déu.